Tómate el placer en serio

Este verano, en televisión, estamos viendo un anuncio de helados cuyo lema es tómate el placer en serio.

Esa sencilla frase me ha llevado a reflexionar; allá voy… Una de las cosas que ha caracterizado la conducta de las mujeres a lo largo de la historia es el sentimiento de culpa, un sentimiento impuesto lógicamente desde fuera pero que parece ha calado hondo y que finalmente se ha instalado en nuestros genes, y se ha quedado ahí bien agarrao para no soltarnos ni un segundo!

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→Dejar a los niños con los abuelos en verano porque tienes que trabajar: BIEN

→Dejar a los niños con los abuelos para salir con tus amigas / pareja / de fiesta: MAL

⇒ Y realmente ¿cuál es la diferencia para los niños? NINGUNA
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La diferencia está en nuestra cabeza, en ese sentimiento de culpa que nos dice que cualquier sacrificio, cualquier cosa que tengamos que hacer por un bien superior, dícese trabajo, colegio, cuidados al los demás… está bien, pero todo aquello que se hace con la finalidad de divertirse y pasarlo bien, de obtener placer, parece que nos tenga que hacer sentir culpables, si para conseguirlo tenemos que desatender, aunque sea por unas pocas horas, nuestras «obligaciones», porque son nuestras y solo nuestras, oye, que si no pones lavadoras el fin de semana, se ve que el mundo se acaba, llega el Armagedón y todos a tomar por c…
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Pues vaya asco!!!
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Mi madre en algunas ocasiones me ha «obligado» a salir; parece que ella por suerte lo tiene bien clarito: «si me has dejado a las niñas para ir a trabajar que eso es un rollo, ¿cómo no me las vas a dejar para algo bueno como es divertirte y pasarlo bien?» Toma ya sabiduría de madre-abuela BRAVOOOO!!!!!!!!

Uf, cuánto trabajo interno nos queda por hacer, aunque para ser sincera (vamos a autofelicitarnos) en poco tiempo nosotras nos hemos puesto las pilas y nuestra culpabilidad en este sentido ya es pequeña, pequeña, pequeñita (es que somos muy trabajadoras y aplicadas y nos tomamos esto muy en serio eso del pacer y el disfrute)
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Así que vamos a ponernos a ello, en serio vamos a borrar de nuestros genes esa culpabilidad y que seamos la última generación de mujeres que nos hayamos sentido en alguna ocasión culpables por disfrutar, por reír, por salir, por descansar y desconectar. De sobra nos lo merecemos, así que vamos a hacer nuestro el eslogan publicitario y a repetírnoslo como un mantra para que nos quede bien grabado en nuestra cabecita: hemos de tomarnos el placer en serio muy muy en serio

Y si de verdad queremos que las cosas cambien, seamos un ejemplo para quienes nos rodean, que lo vean, que lo normalicen; especialmente nuestros hijos e hijas, que vean que ser madres a veces es duro, que a veces es muy sacrificado, pero que también es divertido, que se puede sacar tiempo, que la vida no dura tanto y que hay que exprimirla, unas veces junto a ellos, pero otras sin, y que NO PASA NADA!!!

Y vosotras ¿Cómo vais con ese sentimiento de culpa? ¿Os persigue sin piedad o ya le habéis dado una fuerte patada para mandarlo bien lejos? CONTADNOS 😉