
lo que da de sí la depilación
Esta mañana he ido a depilarme y he salido hecha un lío, no de pelos, de eso he salido fenomenal hasta dentro de mes y medio, ojalá mis líos se arreglaran todos así, tumbada en una camilla ¡qué felicidad! Bueno, a lo que iba, que a veces hablamos para dar luz y al hacerlo sin querer fundimos los fusibles, es que creo que he desconcertado, siendo suave conmigo misma, a la esteticien que me ha pasado el láser.
Todo ha empezado con mi cicatriz de cesárea y cómo no, blabla blabla hemos acabado con los pros y contras de ser madre antes o después de los treinta, ella tan solo tenía 25 y sin hijos, yo más de cuarenta y dos bellas herederas, como diría Antonio Alcántara.
Ahora me veo como en una película… yo hablaba, pues creo que es mejor tenerlos a partir de los treinta cuando ya has disfrutado, salido y transnochado, pero bueno si las hubiera tenido con veintipocos ahora serían más mayores y tendría también más libertad de movimientos. Ni sí ni no.
Cuando acabas de estudiar y te pones a trabajar, tener hijos enseguida es volver a tener el tiempo, TU tiempo, dedicado a «otra cosa». Seamos realistas, en la mayoría de los casos los hijos se alimentan con tu tiempo y tú se lo das taaaan feliz hasta que te das cuenta y recuperarlo es más que misión imposible. Pero, ¿qué tiempo es más valioso? ¿los veintitantos, los treintaytantos o los cuarenta y? Ni blanco, ni negro, ni rojo.
Y continúo, los hijos no aceleran ni mantienen tu desarrollo personal o profesional, lo sabemos, son más de disminuir la velocidad a la de crucero. Bienvenida rutina hasta que me canse, que no está mal pero a la larga, pesa y mucho. Las que lo hemos pasado sabemos el Everest que supone un cambio de trabajo, de vida o de rutinas, escalofríos me entran, ¿a qué edad eres más consciente de esto? ufff
Debería callarme, su cara es un poema, no sabe ya que decir, le estoy haciendo tal reflexión que lo único que le sale es bueno, ya estoy bien con mis sobrinos, ¡joder! pobre chica, pienso, y entonces me sorprendí diciéndole, mira ahora que lo veo con perspectiva y conozco casos muy dispares, lo único que tengo claro es que lo mejor es aceptar las cosas como vienen y saber adaptarlas a tu carácter y situación personal. Hay madres y padres felices con cualquier edad y hay quien se lamenta de todo lo que le ocurre, sean hijos o lo que sea, así que practicar el «si viene, conviene» es la clave para todo, incluso para tener hijos, yeah!